SEPARADOS EN NUEVA UNION

viernes, septiembre 29

Nueva comunidad en la República de Chile

Eliana y CarlosEn la ciudad de Loncoche, y con la aprobación del Obispo y el clero de la Diócesis de Villarrica, el día 7 de octubre de este año, se realizará oficialmente la segunda jornada de Camino a Nazareth.
Toda esta iniciativa surge del Padre Guido Matamala y de la Pastoral Familiar de la Diócesis, el matrimonio de Eliana y Carlos Núñez Salazar fueron quienes dieron testimonio en la primer jornada, de donde surgieron cinco matrimonios más, comprometidos en esta problemática.
Testimonio de Eliana y Carlos...
Eliana: Ambos somos separados y juntos desde enero de 2004 formamos una nueva unión, porque creemos posible en un compromiso definitivo y sobre todo con un proyecto de vida cristiana, basada en el amor, en el diálogo y la confianza mutua, como la que hemos logrado desarrollar en el tiempo.
Carlos: Queremos primero que todo, reconocer con humildad que nuestra presencia aquí, se basa en nuestra Fe y en el convencimiento que aún en nuestra situación Dios nos ama ya que por medio del bautismo nos hicimos sus hijos y nos sentimos miembros de su Iglesia.
Eliana: El hecho de habernos conocido siendo estudiantes, nos dio la seguridad necesaria para atrevernos, y asumir el compromiso a compartir el resto de nuestras vidas.En nuestra relación hemos reconocido la mano de Dios, ya que se nos ha dado una nueva oportunidad: primero porque no estaba dentro de los planes individuales rehacer nuestras vidas, por las experiencias vividas; segundo porque jamás imaginamos que algún día Carlos y yo proyectaríamos una vida en común; tercero porque la realidad que hoy vivimos es lo que siempre hubiésemos deseado, gracias a la armonía, a la confianza de uno en el otro, y al reconocernos distintos y aceptarnos tal cual somos.Hoy ninguno de los dos hemos cambiado nuestra forma de actuar, seguimos siendo los mismos, sólo que reconocemos en nosotros que sí somos pareja, es decir, distintos pero ambos con la capacidad de expresar nuestros sentimientos respetando y aceptando la autenticidad del otro.
Carlos: De mi experiencia anterior puedo contarles que en los 23 años de vida conyugal nacieron dos hijos, Carlos de 23 y Marcelo de 20 años. La ruptura pasó a formar parte del pasado y no estuvo exenta del esfuerzo por salvar el matrimonio; de todo lo vivido incluido el haberse roto un ideal de familia, no quedó otra alternativa que buscar lo más pronto posible el camino que permitiera aceptar, reconocer y asumir esta nueva realidad.
Eliana: Al igual que Carlos busque todas las instancias a mi alcance para tratar de salvar mi primer matrimonio el que se mantuvo por 29 años, nacieron cuatro hijos, Jorge quien falleciera en un accidente hoy tendría 30 años, Christian de 28, Pablo de 22 y Andrea Belén de 20 años. En conocimiento de mis hijos y ante la imposibilidad de superar la situación familiar en crisis, aún con toda la ayuda recibida, no hubo otro camino y fue necesario tomar la determinación de darle un corte final al matrimonio por el bienestar de todos.
Carlos: ¿Qué esperamos de la Iglesia? Que pedir que ya no lo hubiéramos recibido en forma directa o que algún integrante de nuestras familias ya no lo hubiere recibido, es una realidad cuando decimos que todo lo que hemos pedido a Dios, el nos lo ha dado. Pero hoy, queremos compartir una historia en donde lo ocurrido nos da muestra que entre ustedes nuestros pastores, sin duda hay sacerdotes prudentes, de esos que - dice la Carta a los Hebreos – “son capaces de compadecerse de los demás”.
Eliana: Hace más menos quince años, cuando aún éramos Vicariato, en un acto penitencial, una mujer después de mucho tiempo de sentirse agobiada busco en el sacramento del perdón liberarse de un peso que llevaba por tanto tiempo. Sin duda alguna, testigos de parte de lo ocurrido, comprobamos el cambio que experimento la vida de esta mujer, literalmente se transformó en una niña, la imagen de lo que pudo haber sido a los 12 años: alegre y feliz como cuando hizo su primera comunión, todo por haber vivido lo que a nuestro juicio había sido un gran reencuentro: ¿consuelo, saberse hija de Dios, perdón?
Carlos: Su confesor? Ella no sabía quien era, sólo se dio cuenta de ello cuando el le pidió le esperara porque tenía algo que quería regalarle; la mujer espero y luego de breves instantes recibió en sus manos un rosario, regresando a su hogar llena de alegría y honrada por tan preciado obsequio el cual le acompaño en sus momentos más difíciles de su enfermedad y hasta sus últimos días tras padecer un doloroso cáncer terminal.
Eliana: ¿Cuál fue su confesión? La agobiante realidad que ella confesara fue el sentimiento que le producía el estar casada sólo por el civil desde hacía más de 50 años con el padre de sus dos hijos, quien antes de conocerla se había casado por la Iglesia con otra mujer la que luego de sólo días de matrimonio se había marchado. Un deseo esta mujer no pudo ver realizado; casarse también por la Iglesia con el hombre a quien consideró y trató como lo que era, su esposo por toda la vida.Uno de los personajes de esta historia se encuentra entre nosotros y es monseñor Sixto el fue el confesor de la señora Carolina, mamá de Carlos.
Carlos: Finalmente, queremos agradecer al Padre Guido y a nuestros hermanos de la Pastoral Familiar por habernos acogido e integrarnos junto a otras parejas que al igual que nosotros viven la realidad como separados en nueva unión. Nuestra experiencia de la jornada a la que fuimos invitados a participar junto a otras parejas, nos recuerda la gratitud, el sentimiento, la emoción, el entusiasmo, la alegría, la necesidad de sentirse acogido, de compartir y de buscar el espacio para vivir día a día como miembros de la Iglesia teniendo presente nuestra situación particular.
Eliana: Al mismo tiempo queremos agradecer a Silvia y Jorge quienes desde la distancia hacen oración por todos quienes vivimos con la esperanza de lograr constituir una verdadera familia cristiana; ellos junto a otros miembros de la comunidad eclesial en la Argentina han dado inicio al movimiento denominado “Camino a Nazareth”, que no es otra cosa que concretar la recomendación del Papa Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio. (Párrafo 84)
Carlos: Nosotros necesitamos seguir viviendo nuestra Fe y por ello nos comprometemos desde nuestra situación particular, integrados a la Pastoral Familiar como pareciera ser la idea y junto al asesor, al trabajo y apoyo mutuo con quienes hoy no encuentran un espacio y que se sienten marginados o que se estén automarginando de la Iglesia.
Al finalizar nuestro testimonio y compromiso queremos hacer notar, ésta, que es nuestra realidad, distinta a cada una de las situaciones que puedan presentarse. No nos declaramos inocentes ni tampoco queremos culpar a nadie y menos culpar a Dios por lo ocurrido o excusarnos en terceros, sólo queremos invitarlos a ser comunidad.

1 Comentarios:

  • Queridos hermanos:
    Que alegría que la misericordia de Dios, sigue llegando a más hijos del Señor.
    Sigan por ese camino, brindando alivio a esos corazones dolidos por haberse alejados, del mandato de Jesús.
    Todos los cristianos deberíamos, seguir este ejemplo y abrir nuestros brazos, pero por sobre todo nuestro corazón y no actuar como el hermano del hijo prodigo, en lo personal les agradezco el esfuerzo que llevan a cabo, sabiendo que el sendero que transitan quizás tropiezan con la intolerancia de muchos cristianos.
    Unidos en la Sagrada Familia
    Adriana y Guillermo

    By Anonymous Anónimo, at 16 septiembre, 2006 09:32  

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